Una de esas recetas que ves de pasada, al leer las publicaciones digitales (Julia Laich - El Comidista)
En un momento determinado, la recuerdas, la buscas, y a por ella.
No tengo muchas acelgas, pero si tengo un manojo de espinacas que ayudará.
No tengo muchas acelgas, pero si tengo un manojo de espinacas que ayudará.
Le añadiré jamón y mostaza en grano. O sea, ¡tueno va!
Fácil, que no puede ser más.
¡Vamos!
1 manojo de acelgas
1 manojo de espinacas
1/2 cebolla
125 gr de jamón serrano
300 ml de caldo o leche
30 gr de mantequilla
1 cda generosa de harina
1 cda de mostaza (*La redactora de la receta, no utilizó en ningún sitio este ingrediente, `pero aquí, si)
Queso para gratinar (el que más te guste)
Pan rallado, al gusto
Aceite de oliva, pimienta y sal
Separamos en las acelgas, las pencas de las hojas.
Lavamos bien la acelga y la espinaca.
En una cazuela con agua hirviendo, sumergimos todas las hojas, acelgas y espinacas.
Un minuto, no más, y las pasamos a un bol con agua fría para cortar la cocción.
Escurrimos bien, picamos y reservamos.
En una cazuela, rehogamos la cebolla junto con el jamón troceado (ponle un poquito de aceite). A los 2-3 min. añadimos las pencas troceadas. Punto de sal y pimienta.
Literal:
Mover las pencas hacia un lado para dejar un espacio del fondo de la cazuela al descubierto. Añadir ahí la mantequilla y la harina y hacer el roux de la bechamel: cocinar removiendo hasta que luzca como una pasta amarilla.
¿Te ha quedado claro? Así no ensucias otro cacharro y recoges toda la "sustancia" que se ha ido soltando de las pencas y el jamón.
Lo mezclamos todo y vamos añadiendo el caldo o la leche (o mitad y mitad) mientras removemos (¡Estas haciendo una bechamel!).
Lo mezclamos todo y vamos añadiendo el caldo o la leche (o mitad y mitad) mientras removemos (¡Estas haciendo una bechamel!).
Ahora, añadimos todas las hojas de verdura a la mezcla, removemos y revisamos el punto de sal y pimienta.
El momento de la mostaza. Si tienes de esa que lleva semillas, mejor. Pon una buena cucharada.
Y llegamos al horno.
Horno a 200º.
Cuando veas que burbujea, pasa a gratinador, hasta que esté bien dorado.
¡Ala!
¡Ala!
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