En Madrid, los aficionados al toro, se llaman "toristas". O sea, van a favor del toro en las corridas y prefieren el toro, grande, inmenso... con mucho peso.
No quiero decir que eso, esté bien o mal; pero creo que con los mejillones, les pasa lo mismo.
Hoy, he ido a comprar pescado y el gran reclamo era "son gordos, gordísimos". Yo, sinceramente, me he encontrado "solo".
Los quería de roca, pequeñitos. Alguna de las personas que había en la pescadería, han dejado escapar algún suspiro, no sé si por el tema de los controladores, o simplemente era conmiseracion hacia alguien que no sabe lo que es bueno.
Los quería de roca, pequeñitos. Alguna de las personas que había en la pescadería, han dejado escapar algún suspiro, no sé si por el tema de los controladores, o simplemente era conmiseracion hacia alguien que no sabe lo que es bueno.
Un kilo de mejillones.
Ponemos agua a hervir, con laurel, un poco de sal y medio limón.
Después de hacer que se abrieran, sacamos el mejillon y guardamos las conchas.
Se han convertido en no más allá de una docena de "bichos". (Me reafirmo, los de roca, sin duda)
Los picamos, bien picaditos.
Y vamos cortando media cebolla, bien pequeñita.
Rehogamos la cebolla, hasta que este doradita. La reservamos; reutilizando el mismo aceite.
Un poco de mantequilla
Tres cucharadas de harina. Y a remover. Que no se hagan grumos. Fuego bajo, que se tueste.
Ese movimiento.... Un poco del caldo de cocer los mejillones, nos vendrá bien. Lo añadimos, sin dejar de remover. ¡Vamos!
Si tienes varillas, mejor. Un poco más de caldo. Un poco de nuez moscada, cayena, pimienta negra y sal.
Dejaremos cocer, al menos 10 minutos más. No olvides, sin dejar de remover.
Rellenamos las conchas de los mejillones y los reservamos en el frigorífico, hasta que los vayamos a preparar. La besamel, se densificará más y nos permitirá trabajar mejor.
(Todo esto lo hicimos el sábado 4/12)
(Todo esto lo hicimos el sábado 4/12)
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