Bacalao dorado

Típica receta portuguesa, con algún apañito nacional.

Ponemos a remojo el bacalao, 36 horas antes si son piezas  gruesas; 24 si son más pequeñas. Y cambiamos el agua, cada 12 horas. El agua, cuanto más fría, mejor. (En la terraza, con un poco de film transparente, genial)

No queráis ir con prisas, dejarlo a remojo el tiempo necesario; y si al probarlo os parece "algo" salado, dejarlo más. Con esta receta, ese sabor "salado" sube...

A partir de ese momento, podemos encontrar, mil leyendas urbanas.

- "Ponlo en leche un rato antes de trabajar, con él"

- "Ponlo en leche, con ajos..."

- "No lo pongas..."

- "El bacalao natural, no es blanco, tira a gris...; lo de la leche, lo pone blanco"

A ver, que hagáis lo que os dé la real gana... Que tampoco hay tanto cambio. Si el bacalao es bueno, es bueno; y "yastá".

Al lío. Lo desmigamos, tratando de eliminar las espinas que pueda tener. O lo vamos "destrozando", en tiras.

Un par de cebollas, o una grande. La picamos, pequeñita y a fuego lento, la sofreímos.

En otra sartén, un par de patatas cortadas en paja. Las freímos y dejamos escurrir en papel absorbente.

Añadimos el bacalao desmigado; y seguimos el sofrito hasta que la cebolla se dore.

1 huevo por cada 250 gr. de bacalao.
Los añadimos al sofrito como si hiciéramos un revuelto, pero no dejaremos que cuaje del todo.
Añadimos las patatas, removemos intentando no romperlas.

Al molde, caliente, y a comer.

Y ahora, ya sabes. A votar. Puedes hacerlo una vez al día, hasta el próximo 28 de Marzo. Gracias