Bizcocho de limón y semillas de amapola. Remake

Delicioso bizcocho que en su día ya publique.
Receta original de Jamie Oliver, su My Nan's lemon drizzle cake 
De pronto... la fiebre.
No sé ni los que he hecho en pocos días.
Me regalaron un molde rizado... y de ahí, ¡a la eternidad!...
El día 1, cumpleaños de Silvia, gran amiga... ¡otro!...
Y como dice,Buzz Lightyear, "hasta el infinito... y más allá".
¡Vamos con él!


Para el bizcocho

115 gr de mantequilla

115 gr de azúcar

125 gr de harina Bizcochona
(Es decir, que lleve impulsor.)
4 huevos

30 gr de semillas de amapola

180 gr de almendra rallada

2 limones, su zumo y su piel.

Mezclamos la mantequilla con el azúcar, hasta que quede como una pomada cremosa.








Vamos añadiendo los huevos, uno a uno. Mezclando bien hasta integrarlos en la masa.




Ahora, la almendra molida. Las varillas funcionaron muy bien. Velocidad lenta, pero continua.







El zumo y la ralladura de los dos limones, junto con las semillas de amapola.
Mezclamos bien.

La harina. Si podemos tamizar, mejor.
Sin prisa, pero sin pausa.







El color, el olor que desprende; dan ganas de darle un lametón.




Horno precalentado a 180º. Unos 40 minutos. Revisando de vez en cuando. Ya sabéis que cada horno, tiene sus cosas.
Pinchamos y vemos si la brocheta sale seca.

Para el sirope

100 gr de azúcar

90 gr de zumo de limón

Mientras, vamos preparamos el sirope. 

En una cazuela pequeña, mezclamos el azúcar con el zumo de limón, intentando que no llegue a hervir y que se disuelva completamente.

Colocamos el bizcocho sobre una rejilla (aun caliente), lo pinchamos con un palillo y lo vamos mojando con el sirope.
Por arriba, por abajo... Dos o tres veces, sin miedo, pero con cuidado que no se rompa al manipularlo.

Dejamos que se enfríe.

Para el glaseado

225 gr de azúcar glas

1 limón, su zumo y su piel

En un bol, el zumo de un limón y su ralladura. Añadimos el azúcar glas y mezclamos.


Distribuimos el glaseado sobre el bizcocho.

Os recomiendo dar una primera pasada de glaseado y dejar secar.

Una segunda mano de glaseado... o incluso, una tercera.
Rallamos piel de limón fresca por encima. 
Puedes ponerlo en la nevera, hasta el momento de servir.

Si quieres hacerlos en individuales, el resultado es genial.