Me encantan las trufas. Probablemente, en vidas anteriores fui perro trufero o algo similar.
Fácil, rápido. Y sobre todo compartible. En la misma cazuela o en sartén.
Venga, dale caña!
** Al final del post, os añado unos consejos para el tratamiento de este ingrediente tan maravilloso, facilitado por mi buena amiga Eva.